Prehistory ¶ Prehistoria
Human prehistory is the period between the use of the first stone tools c. 3.3 million years ago by hominins and the invention of writing systems. The earliest writing systems appeared c. 5,300 years ago, but it took thousands of years for writing to be widely adopted and it was not used in some human cultures until the 19th century or even until present. The end of prehistory therefore came at very different dates in different places, and the term is less often used in discussing societies where prehistory ended relatively recently.
Sumer in Mesopotamia, the Indus valley civilisation and ancient Egypt were the first civilisations to develop their own scripts, and to keep historical records; this took place already during the early Bronze Age. Neighbouring civilizations were the first to follow. Most other civilizations reached the end of prehistory during the Iron Age. The three-age system of division of prehistory into the Stone Age, followed by the Bronze Age and Iron Age, remains in use for much of Eurasia and North Africa, but is not generally used in those parts of the world where the working of hard metals arrived abruptly with contact with Eurasian cultures, such as the Americas, Oceania, Australasia and much of Sub-Saharan Africa. These areas also, with some exceptions in Pre-Columbian civilizations in the Americas, did not develop complex writing systems before the arrival of Eurasians, and their prehistory reaches into relatively recent periods; for example 1788 is usually taken as the end of the prehistory of Australia.
The period when a culture is written about by others, but has not developed its own writing is often known as the protohistory of the culture. By definition,[1] there are no written records from human prehistory, so dating of prehistoric materials is crucial. Clear techniques for dating were not well-developed until the 19th century.[2]
This article is concerned with human prehistory, the time since behaviorally and anatomically modern humans first appeared until the beginning of recorded history. Earlier periods are also called "prehistoric"; there are separate articles for the overall history of the Earth and the history of life before humans.
Sumer in Mesopotamia, the Indus valley civilisation and ancient Egypt were the first civilisations to develop their own scripts, and to keep historical records; this took place already during the early Bronze Age. Neighbouring civilizations were the first to follow. Most other civilizations reached the end of prehistory during the Iron Age. The three-age system of division of prehistory into the Stone Age, followed by the Bronze Age and Iron Age, remains in use for much of Eurasia and North Africa, but is not generally used in those parts of the world where the working of hard metals arrived abruptly with contact with Eurasian cultures, such as the Americas, Oceania, Australasia and much of Sub-Saharan Africa. These areas also, with some exceptions in Pre-Columbian civilizations in the Americas, did not develop complex writing systems before the arrival of Eurasians, and their prehistory reaches into relatively recent periods; for example 1788 is usually taken as the end of the prehistory of Australia.
The period when a culture is written about by others, but has not developed its own writing is often known as the protohistory of the culture. By definition,[1] there are no written records from human prehistory, so dating of prehistoric materials is crucial. Clear techniques for dating were not well-developed until the 19th century.[2]
This article is concerned with human prehistory, the time since behaviorally and anatomically modern humans first appeared until the beginning of recorded history. Earlier periods are also called "prehistoric"; there are separate articles for the overall history of the Earth and the history of life before humans.
La prehistoria (del latín præ-, «antes de», y de historia, «historia, investigación, noticia», este último un préstamo del griego ιστορία) es, según la definición clásica, el período de tiempo transcurrido desde la aparición de los primeros homininos, antecesores del Homo sapiens, hasta que tenemos constancia de la existencia de documentos escritos,1 algo que ocurrió en primer lugar en el Oriente Próximo hacia el 3300 a. C., y posteriormente en el resto del planeta.2
Según otros autores, la prehistoria terminaría en algunas regiones del mundo antes, con la aparición de las sociedades complejas que dieron lugar a los primeros estados y civilizaciones.
Según las nuevas interpretaciones de la ciencia histórica, la prehistoria es un término carente de significado real en el sentido que fue entendido por generaciones. Si se considera a la Historia, tomando la definición de Marc Bloch, como el «acontecer humano en el tiempo», todo es Historia existiendo el ser humano, y la prehistoria podría, forzadamente, solo entenderse como el estudio de la vida antes de la aparición del primer homínido en la tierra. Desde el punto de vista cronológico, sus límites están lejos de ser claros, pues ni la llegada del ser humano ni la invención de la escritura tienen lugar al mismo tiempo en todas las zonas del planeta.
Por otra parte, hay quienes defienden una definición de esta fase o, al menos, su separación de la Historia Antigua, en virtud de criterios económicos y sociales en lugar de cronológicos, pues estos son más particularizadores (es decir, más ideográficos) y aquellos, más generalizadores y por tanto, más susceptibles de proporcionar una visión científica.
En ese sentido, el fin de la prehistoria y el inicio de la historia lo marcaría una estructuración creciente de la sociedad que provocaría una modificación sustancial del hábitat, su aglomeración en ciudades, una socialización avanzada, su jerarquización, la aparición de estructuras administrativas, de la moneda y el incremento de los intercambios comerciales de larga distancia. Así, no sería muy correcto estudiar dentro del ámbito de la prehistoria sociedades de carácter totalmente urbano como los incas y mexicas en América, el Imperio de Ghana y el Gran Zimbabue en África o los jeméres en el sudeste asiático, que solamente son identificados con este período por la ausencia de textos escritos que de ellos tenemos3 (los mayas han entrado hace muy poco plenamente en la Historia al haberse descifrado sus glifos, que tienen valor fonético, por lo que forman un sistema completo de escritura).4
Se considera un campo académico o especialidad muy ligada a la Arqueología y la Paleontología.
Según otros autores, la prehistoria terminaría en algunas regiones del mundo antes, con la aparición de las sociedades complejas que dieron lugar a los primeros estados y civilizaciones.
Según las nuevas interpretaciones de la ciencia histórica, la prehistoria es un término carente de significado real en el sentido que fue entendido por generaciones. Si se considera a la Historia, tomando la definición de Marc Bloch, como el «acontecer humano en el tiempo», todo es Historia existiendo el ser humano, y la prehistoria podría, forzadamente, solo entenderse como el estudio de la vida antes de la aparición del primer homínido en la tierra. Desde el punto de vista cronológico, sus límites están lejos de ser claros, pues ni la llegada del ser humano ni la invención de la escritura tienen lugar al mismo tiempo en todas las zonas del planeta.
Por otra parte, hay quienes defienden una definición de esta fase o, al menos, su separación de la Historia Antigua, en virtud de criterios económicos y sociales en lugar de cronológicos, pues estos son más particularizadores (es decir, más ideográficos) y aquellos, más generalizadores y por tanto, más susceptibles de proporcionar una visión científica.
En ese sentido, el fin de la prehistoria y el inicio de la historia lo marcaría una estructuración creciente de la sociedad que provocaría una modificación sustancial del hábitat, su aglomeración en ciudades, una socialización avanzada, su jerarquización, la aparición de estructuras administrativas, de la moneda y el incremento de los intercambios comerciales de larga distancia. Así, no sería muy correcto estudiar dentro del ámbito de la prehistoria sociedades de carácter totalmente urbano como los incas y mexicas en América, el Imperio de Ghana y el Gran Zimbabue en África o los jeméres en el sudeste asiático, que solamente son identificados con este período por la ausencia de textos escritos que de ellos tenemos3 (los mayas han entrado hace muy poco plenamente en la Historia al haberse descifrado sus glifos, que tienen valor fonético, por lo que forman un sistema completo de escritura).4
Se considera un campo académico o especialidad muy ligada a la Arqueología y la Paleontología.